Durante siglos nuestra familia ha cultivado viñedos en el Priorat. A finales del siglo XIX la filoxera arrasó con todos los viñedos.

El abuelo Joan Pasanau recuperó las tierras de la familia y plantó de nuevo los viñedos.

En la década de los años ochenta su nieto Ricard, se hizo cargo de las tierras adquiriendo otras propiedades, introduciendo nuevas variedades y nuevos sistemas de cultivo.

En el tiempo transcurrido, la bodega ha triplicado su producción inicial. En estos momentos se consolida su producción alrededor de las 40.000 botellas anuales, de las cuales el 80% se destina a los principales mercados mundiales.

Al ser un cultivo ecológico el cultivo de las malas hierbas se realiza con utensilios mecánicos y el abono con productos orgánicos. Los fitosanitarios utilizados son azufre en polvo y caldo bordelés. Uso de mula para los viñedos más viejos e inaccesibles para medios mecánicos modernos.

Se efectúa la poda de invierno dejando dos yemas y posteriormente la poda en verde. Los viñedos están formados en vaso o en espaldera con poda guyot, aunque recientemente algunos en vaso se han reconvertido en espaldera por sus ventajas fitosanitarias y de cultivo.

El sistema empleado se basa en los métodos tradicionales de la zona: maceración prefermentativa, arranque de fermentación por sus propias levaduras, aireaciones iniciales, remontados diarios, control de temperatura que no tiene que superar los 28ºC., y descube a partir de los 20 días (pudiendo superar los 30).

Se persigue la fermentación maloláctica antes de la llegada de los primeros fríos de invierno. En esta estación los trasiegos eliminan los primeros sedimentos iniciando su proceso de clarificación.

Se emplean barricas de roble para su crianza. Tras un período de uniformización se procede al embotellado en el que se utiliza una filtración suave para que el vino mantenga todas sus propiedades.

En la cata es recomendable decantar los vinos además de airearlos para despertar de nuevo todas sus características.